
El Banco de España en su Informe de estabilidad financiera ha advertido sobre el impacto en la reputación de los litigios por mala praxis bancaria
El Informe de estabilidad financiera correspondiente a la primavera de 2019 publicado por el Banco de España[1] ha establecido cuáles son los principales riesgos para la estabilidad del sistema financiero español, poniendo el foco en la rentabilidad, la solvencia y el impacto en la reputación de los litigios por mala praxis bancaria. En su análisis sobre el entorno macroeconómico señala el Supervisor: “La economía mundial se ha desacelerado en los últimos trimestres, en un contexto de persistentes tensiones comerciales. (…) Las perspectivas para la economía mundial en 2019 son de una desaceleración moderada, pero con importantes riesgos a la baja. La debilidad reciente de la economía mundial ha dado lugar a una revisión a la baja de las previsiones económicas, en las economías avanzadas —especialmente en el área del euro—, y en las emergentes (gráfico 1.1.C).”
Por otra parte, especial atención merece lo señalado en el Informe sobre el riesgo legal, que extractamos por su relevancia: “Riesgo legal derivado del potencial incremento de las demandas judiciales contra las entidades de depósito. En los últimos años, el riesgo legal, vinculado a litigios judiciales, que afecta a la banca española se ha incrementado significativamente. Las entidades han estado involucradas en un número elevado de procesos judiciales, en los que se cuestionaban ciertas condiciones contractuales en sus operaciones hipotecarias. El coste de estos procesos para las entidades ya se ha hecho efectivo en un número de casos (por ejemplo, en las cláusulas suelo, con más de 2.200 millones de euros devueltos a los clientes hasta enero de 2019), pero existen todavía procedimientos judiciales muy relevantes pendientes de resolución. Así, se prevé que en la segunda mitad del año el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) responda a las cuestiones prejudiciales planteadas en relación con la utilización del índice de referencia de los préstamos hipotecarios (IRPH). Dependiendo del pronunciamiento del TJUE, podría producirse un aumento de las demandas judiciales contra los bancos españoles con impacto en aquellas entidades con mayor volumen de préstamos hipotecarios indiciados al IRPH, lo que exige de estas entidades una apropiada medición del posible impacto contingente y medidas de gestión y prevención adecuadas. Como reflexión más general, la manifestación del riesgo legal, entre otros factores, se ha traducido en una pérdida de reputación para el sector bancario, en España y en otros países, que las entidades deben esforzarse en revertir proporcionando a sus clientes los productos financieros adecuados a sus necesidades y capacidades, así como suministrando la información relevante de manera clara y transparente. La reputación y la confianza de los clientes es un elemento esencial para desarrollar el negocio bancario.” Así, el Banco de España hace mención al inminente pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el índice hipotecario IRPH, advirtiendo del impacto que puede tener para las entidades financieras la declaración de nulidad del mismo.
Finalmente, el Banco de España establece las siguientes advertencias y recomendaciones: “A la vista de los análisis presentados en este capítulo y los anteriores, no parece necesario emitir ninguna alerta o recomendación a nivel macroprudencial. Sin embargo, sí resulta necesario mantener un seguimiento estrecho de la evolución del crédito al consumo, así como del mercado inmobiliario, prestando atención especial a los criterios de concesión del crédito en estos sectores. Por otro lado, es importante que las entidades estimen adecuadamente el riesgo legal que puede implicar un potencial aumento de la litigiosidad con la clientela. Además, las entidades deben continuar reforzando su capital y mejorando su rentabilidad, diversificando sus ingresos y reduciendo racionalmente sus costes. El impacto potencial de los riesgos sobre el sistema financiero está fuertemente condicionado por las vulnerabilidades estructurales de la economía española. Entre éstas, cabe destacar el elevado nivel de endeudamiento público y la fuerte posición exterior deudora neta aún existente. Respecto al endeudamiento privado, es deseable que continúe el proceso de desapalancamiento gradual iniciado tras la última crisis. Asimismo, resulta necesario continuar analizando en profundidad la heterogeneidad observada en estas variables, especialmente el impacto que pueda representar la situación de mayor vulnerabilidad que se ha identificado en los hogares de rentas más bajas.”
Saristán&Rivas Abogados
[1]https://www.bde.es/f/webbde/INF/MenuHorizontal/Publicaciones/Boletines%20y%20revistas/InformedeEstabilidadFinanciera/ief_primavera2019.pdf