Memoria de supervisión del Banco de España

Memoria de supervisión del Banco de España

En la Memoria de Supervisión del Banco de España del año 2015[1], el Banco de España ha reconocido que su objetivo principal es el restablecimiento de la confianza en el sector de la banca. Debemos recordar que la actividad bancaria tiene como eje principal, especialmente para aquellas entidades centradas en la banca minorista, la confianza en las entidades, materializada en el depósito de sus recursos, entre otros. Nos encontramos en un entorno difícil, en esta materia para las entidades financieras, debido a las profundas heridas que la crisis económica y financiera ha provocado. Las entidades tratan ahora de recuperarla, para conseguir aumentar su rentabilidad[2].

Esta cuestión también preocupa al Banco de España que, en su Memoria de Supervisión, ha señalado que la supervivencia del negocio a corto plazo pasa, entre otras cosas, por recuperar la credibilidad en el sector[3]. Por otra parte, en este Documento la Institución ha reconocido que los casos de inobservancia o aplicación inadecuada de normas de conducta en relación con la comercialización de productos financieros, de este último tiempo, ha traído como consecuencia directa la mala reputación de las entidades de crédito y la pérdida de confianza de los clientes bancarios. Por eso, uno de sus objetivos será la mejora de las prácticas de revisión de la información financiera de las entidades de crédito, reconociendo la existencia de riesgos de conducta en la comercialización de productos financieros: “las malas prácticas no solo conducen a la pérdida de confianza del cliente, sino que también inciden directamente en las cuentas de resultados de las entidades”.

La Memoria se hace eco del aviso del Consejo de Estabilidad Financiera (en adelante FSB, por sus siglas en inglés) en relación con el potencial impacto sistémico que pueden conllevar las malas prácticas de las entidades financieras. Además, el Banco de España hace hincapié en que los malos resultados no sólo se producen por el deterioro en la solvencia derivado de las sanciones impuestas por malas praxis, sino también por la pérdida de la confianza en las entidades asociadas a las mismas. La Institución comparte la reflexión del FSB que propone imponer incentivos que contribuyan a la implantación de una cultura que evite este tipo de conductas, justo al contrario de lo que se estaba haciendo hasta el momento. Prueba de ello es el documento de la EBA, publicado a finales de diciembre de 2015, donde se establecen pautas a seguir por los supervisores y reguladores, así como, por las entidades bancarias, para evitar los abusos a clientes en oficinas y fomentar la confianza en el sector bancario. Las entidades financieras para mejorar las cuentas de resultados colocaban a los clientes productos que no se ajustaban a sus necesidades, esto es, a su perfil de riesgo o que eran excesivamente caros pues conllevaba comisiones altas, o sobreprecios o márgenes ocultos a los mismos. Así, la EBA ha apuntado que los empleados de las entidades bancarias operan movidos por una retribución variable vinculada a incentivos equivocados, tales como, el volumen de ventas. La Autoridad bancaria propone que se alineen los incentivos de los empleados y los intereses de los clientes, para evitar las multas y penalizaciones y velar por los intereses de sus clientes. De este modo, la EBA desaconseja que se efectúen contiendas entre los empleados para que superen determinados umbrales de venta con el objetivo de obtener recompensas, esto es, que la retribución personal de un empleado no deba estar ligada a un objetivo cuantitativo de venta.

El Banco de España prevé durante el año en curso una revisión de los modelos de negocio de las entidades, centrándose en la identificación de posibles problemas, tales como: la relajación de los estándares de concesión crediticia o el incremento excesivo del riesgo asumido en el proceso de búsqueda de rentabilidad. En este sentido, la banca como consecuencia de las dificultades en el área de su negocio tradicional, por los tipos de interés en mínimos históricos que disminuyen los márgenes, los castigos de los tribunales a la banca y la sombra de las cláusulas suelo, están tratando de buscar alternativas a su negocio para poder sostener sus ingresos. En este contexto y como consecuencia de la necesidad de búsqueda de negocio, la banca ha resucitado a los estructurados, a pesar de la reciente experiencia vivida en los años 2007 a 2012.

No ha obviado, el Supervisor, una mención a las cláusulas suelo señalando que no es suficiente el cumplimiento formal de lo exigido en la normativa de transparencia y protección a la clientela bancaria, sino que es absolutamente imprescindible la comprensibilidad real de las cláusulas contractuales.

 

[1] http://www.bde.es/bde/es/secciones/informes/Publicaciones_an/Memoria_de_la_Su/

[2] http://www.expansion.com/empresas/banca/2016/03/17/56eb0eb6e2704e1f2e8b456b.html

[3] http://www.europapress.es/economia/finanzas-00340/noticia-banco-espana-marca-reto-restaurar-confianza-clientes-bancos-20160503112001.HTML

 

Sacristán&Rivas Abogados

Sacristán&Rivas Abogados. Especialistas en Derecho Bancario y Productos Financieros