Los minicréditos : sus riesgos

Los minicréditos : sus riesgos

Los minicréditos son productos de fácil acceso anta la falta de liquidez, pero conllevan riesgos en relación con la elevada TAE

Un minicrédito o minipréstamo es un tipo de préstamo de carácter personal concebido para devoluciones en el corto plazo de cantidades pequeñas y de las que se pueda disponer rápidamente. Se considera minicrédito a los préstamos entre los 100 y 600 euros, aunque pueden alcanzar los 3.000 euros, dependiendo del país. Normalmente, esta pequeña cantidad prestada deberá devolverse al prestamista en único plazo, que no suele ir más allá de dos meses de duración. El pago se realiza a través de una plataforma para el pago con tarjeta en la que se cargarán de forma automática los pagos en el momento de vencimiento. En ocasiones se indica un número de cuenta para que el cliente realice la transferencia. Además, el acceso a obtener este tipo de préstamo es fácil, en términos de tiempo y trámites[1].

En plena crisis por el COVID-19, con disminución de ingresos recurrentes o retrasos en el pago de las prestaciones sociales, los minicréditos pueden convertirse en una alternativa rápida para hacer frente a gastos imprevistos o conseguir dinero en efectivo., pero se deben tener en cuenta las peculiaridades de este producto financiero, puesto que puede convertirse, con facilidad, en una trampa que genere sobreendeudamiento al prestatario, si no conoce los riesgos del mismo. La TAE de estos productos pueden superar el 3.500%, con una media del mercado del 2.700% y llevan aparejados riesgos de sobreendeudamiento y morosidad, por lo que es arriesgado acudir a este sistema ante una falta de liquidez. A menor plazo de devolución, más se encarece la operación. Pedir 50 euros a devolver en una semana dispara la TAE a un 90.900%. Y si el préstamo es para anticipar el cobro de una determinada cantidad, como puedan ser los 900 euros de una nómina (o la prestación del ERTE, en estas circunstancias) la TAE por un día asciende hasta cerca de un 6.800%.

En un estudio publicado por ASUFIN[2] se han detectado varios riesgos de este tipo de productos, que describimos a continuación:

 

1. El reclamo coste cero: algunos operadores de este mercado ofrecen las pequeñas cantidades a coste cero con el objetivo de captar a sus clientes de manera sencilla y rápida. Sin embargo, el modelo de negocio de estas operadoras reside en que los clientes repitan operaciones sucesivas; sólo así se cubre la alta exposición que asumen por la morosidad. Téngase en cuenta que el análisis de riesgos de estas operaciones es casi inexistente y algunas empresas aceptan directamente aceptar clientes con impagos declarados.

 

2. El efecto ‘bola de nieve’: Lo anterior conduce a este efecto que genera la acumulación de deudas por la incapacidad de ir devolviendo las anteriores, esto es, los 300 euros solicitados cuya devolución tendría que efectuar en un período de un mes, generan unos intereses de 105 euros, por lo que a vencimiento tendría que devolver 405 euros. Si en el tiempo estipulado no puedo hacer frente a la cantidad, en ocasiones, se acude a otra operadora para pedir los 405 euros, que se destinan a pagar el primer préstamo. De nuevo, si no se pudiera satisfacer la deuda, la misma ascendería a 520 euros en dos meses, lo que supone un incremento del 73% Por esta razón, resulta esencial que a la hora de pedir este tipo de minicréditos se tenga seguridad de que se podrá devolver la cantidad al vencimiento, de lo contrario, una deuda muy pequeña puede convertirse en un grave problema financiero.

3.El elevado coste de la operación: la operativa de estos créditos se basa en la combinación de cantidades pequeñas con plazos de devolución muy reducidos, generando un coste muy elevado para el cliente.

 

4. El riesgo de impago y morosidad: una vez ha vencido el minicrédito, existe la posibilidad de que la operadora establezca una prórroga para el pago, que, normalmente, puede tener el mismo plazo que el préstamo inicial. En estos supuestos se supera el doble de la TAE, puesto que a las comisiones de prórroga se añadirían los intereses a pagar en ese periodo. Además de permitir prórroga, que encarece de forma importante el importe del préstamo, los impagos generan comisiones e intereses que incluso alcanzan un 2% diario.

Sacristán&Rivas Abogados recomienda a todos aquellos que tenga problemas puntuales de liquidez y tengan que solicitar financiación, que se informen de todas las alternativas existentes en el mercado, asegurándose de los riesgos como paso previo a la contratación.

 

Sacristán&Rivas Abogados

[1] https://economipedia.com/definiciones/mini-credito.html

[2]https://www.asufin.com/wpcontent/uploads/2020/04/ASUFIN_ESTUDIOS_MINICREDITOS_04_2020.pdf