La desaparición del Libor

La desaparición del Libor

El Líbor dirá adiós a los mercados en 2022 y no será un índice de referencia para los nuevos préstamos

El índice Líbor, que sirve de referencia para contratos financieros por un valor estimado de 230 billones de dólares (203 billones de euros), iniciará su despedida de los mercados con la llegada del Año Nuevo, cuando cesará la publicación de la gran mayoría de indicadores disponibles que ya no serán aceptados como referencia para nuevos préstamos, operaciones con derivados o créditos. Según la Autoridad de Conducta Financiera ( en adelante FCA) del Reino Unido, a partir del 1 de enero de 2022, un total de 24 de las 35 configuraciones del Líbor actuales «dejarán de estar disponibles», mientras que para las restantes se han establecido distintos plazos para su retirada gradual, que culminará a mediados de 2023 con el abandono de cinco referencias Líbor en dólares. El proceso de retirada del Líbor se inició de manera oficial en 2017 tras alcanzarse un acuerdo con los 20 bancos que componían el panel de entidades que elabora el índice Líbor, así como con bancos centrales y reguladores, para llevar a cabo una transición ordenada y reducir los riesgos y costes del cambio. La razón fundamental esgrimida en su momento por el supervisor financiero británico para poner fecha de caducidad al Líbor fue la ausencia de actividad en una serie de mercados subyacentes, lo que cuestionaba la representatividad del índice, así como la apuesta por referencias basadas sobre transacciones, especialmente tras el escándalo desatado en 2012 al descubrirse la manipulación de la referencia por los bancos. La FCA junto al Banco de Inglaterra, ha impulsado desde 2017 la transición de los usuarios de mercados Líbor en libras hacia tasas de referencia libres de riesgo, señalando a la Sterling Overnight Index Average (Sonia) como su tasa libre de riesgo preferida para los mercados de libras esterlinas. Esta tasa, administrada por el Banco de Inglaterra, ofrece una alternativa robusta al Líbor al estar vinculada a los tipos de interés a un día en los mercados mayoristas, por lo que se acerca a una medida libre de riesgo de los costes de los préstamos.

Debemos recordar que el Líbor fue manipulado, siendo uno de los mayores escándalos financieros de la historia. El cartel del Libor estaba integrado por los bancos más influyentes a nivel mundial. Estuvieron implicados JP Morgan, Deutsche Bank, Royal Bank fo Scotland, HSBC, UBS, Credit Agricole y Barclays. Gigantes financieros a ambas orillas del Atlántico que manipularon a su antojo el índice. Las alarmas saltaron en la antesala de la crisis en EEUU. El Libor se mantenía artificialmente bajo en un intento de los bancos, no desvelar su debilidad financiera ante la bola de nieve que se estaba generando con las hipotecas subprime. El comportamiento errático del índice puso en danza al FBI y a reguladores como la CFTC o la SEC. La investigación se extendió por una decena de países y perseguía a operadores de casi una veintena de entidades financieras. Las pesquisas se centraron en las principales plazas financieras del mundo: Wall Street, la City y Hong Kong. El escándalo se saldó en la mayoría de países con sanciones y pactos mil millonarios, por parte de más de una docena de entidades financieras en EEUU, Reino Unido y la Unión Europea[1].

La desaparición del índice Libor puede suponer un punto de conflicto entre los prestatarios y las entidades financieras, puesto que, en algunas casos, las escrituras contienen como índices alternativos el IRPH de Kutxabank, el vencimiento anticipado del contrato, que obligaría a devolver todo el préstamo en un mes y en otros no se prevé ningún índice sustitutivo, por lo que se aplicaría el designado por la Comisión Europea. Por su parte, el pasado 13 de enero la CNMV recomendó a las entidades afectadas por esta situación la adopción de medidas para gestionar de manera adecuada la transición, en los siguientes términos: “Numerosas empresas no financieras, administraciones públicas y entidades financieras españolas tienen suscritos contratos de financiación o cobertura referenciados al índice Libor. La previsible desaparición del Libor de acuerdo con las decisiones tomadas por su administrador1 y por las autoridades competentes2 , hace necesario que las entidades, financieras y no financieras, que tengan exposición a este índice valoren la adopción de medidas para gestionar de manera adecuada la transición.”[2].

Teniendo en cuenta esta situación, entendemos que las entidades financieras deben ponerse en contacto con los prestatarios para informarles de la situación y del impacto que tendrá la desaparición del índice Libor en su préstamo, abriéndose un período de negociación con el fin de alcanzar un acuerdo bilateral que satisfaga a ambas partes[3].

Sacristán&Rivas Abogados recomienda a todos los afectados por esta situación, acudir, tan pronto sea posible, a expertos cualificados en la materia, para la realización de un análisis de su caso concreto y un estudio de las posibilidades de defensa, si así interesa, estando este Despacho a su disposición a tales efectos.

Sacristán&Rivas Abogados

 

[1] https://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/11545324/12/21/El-Libor-dira-adios-a-los-mercados-en-2022-la-historia-de-uno-de-los-mayores-escandalos-financieros-.html

[2] verDoc.axd (cnmv.es)

[3] http://www.sacristan-rivas.es/libor/