Las tarjetas mixtas de crédito y débito

Las tarjetas mixtas de crédito y débito

Las nuevas ofertas de tarjetas mixtas de crédito y débito, de las entidades financieras

En la actualidad, la mayoría de los clientes son titulares de dos tipos de tarjetas: las de débito y las de crédito. Las primeras facilitan la función de pago o cumplimiento de las obligaciones de dinero contraídas con personas que prestan un servicio o vende bienes mediante la concesión de un crédito al titular de las mismas por parte de la entidad emisora o gestora. Las segundas son aquellas que dan acceso a la cuenta bancaria del poseedor, repercutiéndose, inmediatamente, todas las operaciones que se realicen mediante la tarjeta. Esta tarjeta no comporta un crédito, en sentido estricto, puesto que, se procede al cargo de inmediato .

Sin embargo, las entidades financieras están empezando a comercializar un producto mixto, que mezcla las opciones de débito y crédito en un único instrumento, dando la posibilidad de elegir en cada momento cuál usar, con el riesgo de endeudamiento que eso supone. El ejemplo más reciente de lo anterior ha sido el de CaixaBank y los clientes que entran de la antigua Bankia, como consecuencia de la fusión. Hasta el momentos, los clientes de Bankia tenían bonificadas la tarjeta de débito y la de crédito y el uso de la segunda se exigía como una de las posibles condiciones para no pagar comisiones por sus cuentas bancarias. Sin embargo, una vez que la integración de los productos de ambos bancos se produzca, es decir, a partir del mes de noviembre, los clientes de Bankia dejarán de tener una tarjeta de débito gratuita -tendrán que pagar por ella, si la quieren, 36 euros al año- , y se les bonificará el coste de MyCard, una tarjeta de crédito con opciones a débito.

Este producto mixto puede ser una herramienta útil si se conoce bien su funcionamiento, no obstante lo anterior, se pueden elevar los costes dependiendo de la modalidad de pago utilizada, es por esto, por lo que se recomienda leer con atención la letra pequeña de la tarjeta, sobre todo lo relativo a las comisiones y al tipo de interés que se aplica en las compras pagadas a plazos y comprender cómo funcionan para no caer en el error de financiar compras y pagar intereses sin quererlo. Y es que en función del banco que la comercializa, la modalidad de pago es elegida antes de usuarlas o en función de si se emplea un datáfono o se compra con el sistema contactless.

Adjuntamos un pequeño análisis de las tarjetas mixtas, dependiendo de la entidad que las comercializa:

a) La tarjeta MyCard de CaixaBank: está configurada para funcionar como una tarjeta de crédito, con un abono de la totalidad a final de mes y sin intereses, por lo que las compras realizadas por los clientes se irán acumulando y serán retiradas de la cuenta el día 1 del mes siguiente. No obstante, incluye otra opción que permite al cliente abonar las compras cada dos días, una modalidad que se parece bastante al clásico modelo de débito, pues, en función del comercio, los cargos no siempre se reflejan en la cuenta de forma inmediata. Además, este plazo de dos días puede ser personalizado y el consumidor puede fijar un día de la semana en el que quiere que se le carguen los gastos o establecer que se haga cuando la factura llegue a una cantidad determinada. Entre ambas opciones hay otras dos, que son las que pueden resultar más arriesgadas para los consumidores: la modalidad de pago aplazado o revolving y el pago fraccionado, ambas con intereses que, en el caso de la segunda, ascienden al 23% TAE.

b) La Tarjeta Combo de Bankinter que tiene dos caras: la cara Combo 1, que se debe utilizar cuando se quieran pagar las compras a final de mes y la cara Combo 2, para usarla cuando prefieras pagar tus compras poco a poco. Para esta última cara, el usuario debe introducir la tarjeta en el datáfono, mientras que para el Combo 1 puede usar el modo contactless. Ambas modalidades son las propias de una tarjeta de crédito, aunque permiten retirar efectivo a débito sin comisiones, solo que la primera no conlleva intereses, pues la deuda no se fracciona, mientras que la segunda es del tipo revolving, con una TAE de hasta el 19%. Además de la anterior, la entidades también cuenta con la tarjeta Combo Débito+ que tiene un coste de mantenimiento de 25 euros al año, con dos caras: la tarjeta Ahora, que funciona como una de débito cargando las compras en el momento, y la tarjeta Luego, con una opción de pago a fin de mes y de pago a plazos (con un interés de hasta el 19%). En este caso, el usuario también paga de forma contactless si quiere usar la modalidad de débito, o introducir el plástico para la de crédito.

c) La cuenta OK Plus de Kutxabank. Que incluye sin gastos de emisión ni mantenimiento la tarjeta VISA Dual que, aunque permite disponer de efectivo a débito en cajeros, funciona como una tarjeta de crédito, cargando las compras a final de mes o permitiendo el fraccionamiento de la deuda con intereses.

d) La Tarjeta Inteligente de Evo integra tres modalidades: débito (con cargo en el día), crédito con cargo a final de mes y crédito a plazos (revolving), con una TAE del 19,99%. El cliente elige una modalidad por defecto, pero en cada compra puede modificar, a través de la app, si quiere que esa operación se pague en el momento o se aplace.

e) Las tarjetas de Banco Santander. La entidad diferencia cada una de las modalidades de pago en tres tarjetas diferentes ofertadas con la cuenta Santander One -One débito, All in One y Aplázame-. En la segunda de ellas integra la opción de retirar efectivo a débito en cajeros. La otra gran diferencia entre los dos productos de crédito (All in One y Aplázame) es que mientras que la primera ofrece las modalidades de pago total mensual (sin intereses), pago porcentual (una cuota que se calcula aplicando un porcentaje sobre el saldo dispuesto) y pago de cuota fija, la segunda solo ofrece las dos últimas, de tipo revolving y con intereses de hasta el 19,56% TAE.

Sacristán&Rivas Abogados recomienda, a todos aquellos que estén pensando en contratar una tarjeta mixta, revisar el contrato de tarjeta antes de firmarlo, debiendo asegurarse de que comprende el funcionamiento de la misma y, en todo caso, acudir a expertos cualificados en la materia para recibir asesoramiento preventivo antes de su contratación, estando este Despacho a su disposición a tales efectos.

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